jueves, 19 de abril de 2012

Cuando quisé darme cuenta ya era tarde.

De pronto me encontre con su sonrisa. Sus ojos desafiaban a mi facilidad para quererlo todo. Y caí en silencio, sin que se notará apenas. Con él tenia que ser diferente no podia huir, despacito empece a querer su mano derecha, pronto me ofrecío la izquierda, sus rodillas y talones, la forma de sus orejas y sus lunares. Me fui acostumbrardo a su sonrisa infinita y las tonterias que argumentaba su musculo más húmedo. Tuve miedo. Me enamoré, siendo facil con esa mirada de niño. Y quisé que fuera mio, tanto que nunca lo conseguí, force su cariño por mantener mi unico sueño, que solo tuviera ganas de mi boca. Yo quería que para él ser fiel fuera un placer y no un castigo, para mi era tan sencillo no querer escuchar otro corazón. Todo fue cuesta arriba, tanto que los inviernos eran demasiado frios, los febreros muy largos y el agua a abril se la proporcionaban mis ojos. Nunca dejo desear a otras, y yo empece a querer a otros un poco menos que a el. Yo no queria, yo queria ser solo suya, yo fui capaz de amar, pero no supe hacerlo.