viernes, 22 de octubre de 2010

- Los motivos ya dan igual... Puede haber muchos un amor fracasado, unos amigas que no resultan ser las correctas y hasta un verano INOLVIDABLE, pero la historia es la siguiente...

[...]Por no ver la puerta que delante de mi se abria quise hacer una locura. Me sentia la niña más desgraciada que en el mundo habitaba. Me queria morir sentia que nadie me entendia, solo escuhcabas gritos, me sentia estorbo en el mundo. Me encerraba en un mundo que yo misma creaba y nadie sacaba de el, no quise ver las nuevas amistades, me sentia vacia atrapada en un ambiente que detestaba y solo tenia ganas para algo... morir.
Fue una noche una fuerte discusion con mi madre me hizo irme de casa, me sente en aquel banco de aquel parque de abajo de mi casa cuando de pronto algo me llamo la atención me levante y lo cojí, llevaba escrito mi muerte, era una navaja oxidada que daraia fin aquel infierno de vida, la limpie y la guarde. Seguí muriendo por dentro mientras apenas me quedaban lagrimas, mi corazon se comprimia y la respiracion se aceleraba sin apenas coger aire, temblaba ya no se si de frio o de miedo. Solo hizo falta un simple comentario estupido del mitico niño idiota de unos 5 años que no creo que tenga ni padres y obvio ni una pizca de educacion, para acabar con todo, un grito "PUTA!!"... navaja en mano fui cortando una a una todas las venas visibles de aquella muñecas, sangre se mezclaba con lagrima en mi piel, cai mareada al suelo. Tan solo queda un segundo de vida, en un segundo se decidiria todo, solo un segundo para que alguien actuara y me salvara la vida... pero lo unico que actuo fue el frio que poco a poco me congelaba las neuronas y los mas parecido a un ser vivo que habia pasado por alli fue una hoja seca arrastrada por el fuerte viento. Morí de sangrada a eso de las 10 de la noche de aquel 8 de Octubre de aquel puto año. Me encontro ella, la persona que me más me amaba en este mundo, ella esa persona que me enseño a vivir y nunca supe agradecer, secuelas irremediable le rejaron el alma al ver aquello, sintiendose culpable de aquel desastre no volvio a ser la misma. El grito de aquella mujer alerto a aquella chica, habian salido en mi busca por desesperacion, esa niña... niña adulta a la que yo cariñosamente llamaba sis o queridisima hermana, un grito seguiendo del lloro mas fuerte que nunca antes se habia oido. Gente se acercaba y llevandose la mano a la boca el gesto de horror intentaban consolar lo inconsolable. LLegó una ambulancia que ya nada pudo hacer por mi, solo por mi sis se desmayo mientras obsevaba aquello, se le habia muerto un cacho de vida, y no se dejaba de repeti si yo de verdad era tan infeliz, no entendia nada y no se le borraba de l cabeza aquella sonrisa de la que parecia una niña feliz cada noche, o de aquel verano cuando se la encontraba en la playa o en cualquier sitio. Pero yo al comenter aquella tonteria no pense en aquella gente que me habia regalado sus dias, aquella amiga intima que tanto habia echo por mi y yo por ella no pense en que quizas ella no volveria a ser la misma, ni siquiera pensa que quizas cuando de broma yo lo decia me quiero morir, y ella me contestaba si tu te mueres yo muero contigo, lo decia enserio. Tampoco en aquel niño que me habia echo ser mejor persona y que gracias a el aprendi lo que era amor propio a pesar de solo sentirlo cuando estaba con el. Pero si pense en alguien... en la persona que me habia robado dias, noches y vida esa persona a la cual amaba por encima de todo... niño por el que moria y de echo asi fue, le habia entregado mi orgullo, mi vida, mi corazon, todo mi amor y mis lagrimas TODO se lo di y el nunca supo apreciarlo... guarde todos mis besos para el y solo tenia ojos para los suyos. Aquella noche marco un antes y un despues en la vida de muchas personas... Unos lloraron, otros nunca volvieron a ser ellos y hasta hubo gente que quiso cometer la misma locura que yo.

domingo, 10 de octubre de 2010

Me declaro culpable

Puede que no sea la chica que tu creias estar conociendo cuando esto empezaba a tomar forma, ninguna de la tres somos lo que parecemos. Nos puede el miedo, y la debilidad, nos hacemos insoportables y hasta posesivas. Creo que nunca me casaré, no lograre encontrar a nadie que me soporte y si lo hace que me enamore. Los chicos conmigo cumplen a raja tabla la regla de "Ni contigo ni sin ti", porque cuando me voy duele olvidarme, y, ¿de que me vale a mi eso? Tienen que perderme para saber lo que valgo realmente, pero yo... yo vivo con el miedo a perderlo cada segundo de mi vida, temo al pronunciar cada palabra, y me siento culpable de cada discusion. No tengo nada que ofrecer que no sea la entrega incondicional, y parece que eso sobra y agobia. A veces me consuelo a mi misma haciendome creer que simplemente he dado con malos ejemplares.