domingo, 11 de abril de 2010

Dulce soledad...


No depender de nadie, libertad para entrar, salir y reir como una loca, sin que nadie te juzgue hacer todo lo que te venga en gana, levantarse tarde, ducharse y salir a dar un vuelta, sentarse en el banco más lejano del paseo, el más escondido y alli sentarse a imaginar quien sabe que, un viaje que llevas deseando mucho tiempo, una noche con el hombre que amas, y simplemente una tarde con tu compañero de piso el cual solitario como tu de vez en cuando le vuelve loco un poco de compañia, a veces te dejas perder en las hojas de tu escritor favorito...
Los dias de verano de calor espantoso con ese pequeño aparato que contiene las mejores baladas, las canciones de tu vida torrarte al sol mientras suenan en tus oidos, pero a veces solo te apetece un dia en casa viendo una pelicula que te haga ahogarte en lagrimas, reflexionar más de lo debido y soñar con tener algo parecido a lo que el protagonista tiene... al final de cada tarde de cada acción asi, siempre hay un folio a veces incluso más, escritos con miles de palabras salidas de tu mente de tu inspiracion, aunque estes llorando mientras le das forma a cada simbolo llamado letras, eres realmente feliz...

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