Pero cuando el respeto se pierde, muere la magia.

No habia un rostro desagradable en ninguna de sus conquistas, buscaba la belleza ante todo y lograba hacerlas suyas, sabia como dormir en sus espaldas, recorrerles el cuerpo con sus manos y besarlas cuando sus labios necesitaran calma. Las enamoraba sin intencion de hacerlo. Dormia solo porque se prometio que tan solo las curvas de aquella mujer entrarian furtivamente en su cama, ella tan siquiera era guapa, ni su cuerpo era de escandalo, quizas demasiado delgada y con defecto remarcados, pero ella sabia hacerlo reir, sabia hacer de los silencios trazos divertidos, sabia como mirarlo, como acariciarlo y sobretodo como encenderlo. Conocia sus gestos, su boca y ella descubrio su cuerpo. No sabia que le habia dado ella, ni siquiera lo que sentia, pero era diferente, ella era especial, con ella no se cansaba de estar.