Tres traiciones, contrarestraban los 400 errores que ella habia cometido. No entendia que era lo que la movida, pero sin perdon ella perdonaba. La noche transcurrio sin sueño, no podia pensar más, sus ojos le pedían tregua a sus lagrimas que atacaban sin piedad. No habia ni un solo pro, todo eran contras. Comprendio que amar era mas que ocho besos, catroces sonrisas y sexo amenudo, decidio que si la vida decidia aplastarla no iba a ser ahora, que si el no queria vivir sin ella, ella iba a estar cada segundo a su lado. Eran las 8 de la mañana y decidio arreglarse a su gusto, se plancho el pelo se maquillo y se pellizco los mofletes, ensayo su risa 7 veces y despues de ponerse los vaqueros que a el mas le encataban, y la camiseta que el le regalo, cogio el bus, marco el numero de su hermano y le pidio que abriera la puerta en cuanto ella lo avisara, subio las escaleras con miedo, y mas lento que nunca. Estaba completamente dormido, se acosto a su lado y le acaricio la cara, cogio su mano y el le respondio.
- ¿Como estas?- Le pregunto suavemente.
Con la sonrisa acatandole los labios.- Ahora mucho mejor.
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